Frente a un mundo globalizado, el rol de los municipios ha cambiado y el desafío es gestionar directamente con los inversores.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, convencido de la necesidad de ese protagonismo se puso a la cabeza de la búsqueda de capitales para el partido.
El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, convencido de la necesidad de ese protagonismo se puso a la cabeza de la búsqueda de capitales para el partido.
Advierte, no obstante, de la importancia de “institucionalizar” esa situación mediante la jerarquización de los municipios a través de “la descentralización y el fortalecimiento de las autonomías locales”.
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“Por el principio de inmediatez que hay con la población, se requieren cada vez más herramientas a favor de los municipios y menos en manos de la superestructura”. Así explica el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, la necesidad de trabajar por la plena implementación de las autonomías municipales en la provincia de Buenos Aires. En este sentido, reconoce que el Estado Nacional está más avanzado ya que en la práctica funciona de manera “radial”, es decir, llevando programas de obras públicas y sociales directamente a los distritos.
En medio de este panorama, Posse considera que su papel es el de “articulador”, que además de proveer de servicios - su trabajo específico –, debe gestionar frente a otras jurisdicciones del Estado, ya sea nacional o provincial, con otros organismos descentralizados, y sobre todo, con el amplio espectro de las entidades intermedias.
Sin embargo, señala que en el caso particular de San Isidro, inscripto como miembro de la red de Mercociudades, o de la red Urb-Al de la Unión Europea, su función es “facilitar la relación del que estudia, del que invierte, posibilitar al empresario o al comerciante local, la relación con otras ciudades”.
Para el intendente, un municipio “con el frente interno unido en lo funcional” y la simplificación de los vínculos con el resto del mundo, le posibilita alcanzar una inserción plena en las regiones de mayor desarrollo social, económico y cultural.
Hacia su interior, San Isidro es receptivo de un flujo importante de turistas extranjeros que llegan desde la Ciudad de Buenos Aires y movilizan la actividad comercial con un aporte importante de divisas. Pero, hacia el mundo, al distrito se lo conoce como “un lugar para hacer buenos negocios de revalorización inmobiliaria”. En este aspecto, Posse señala que el municipio está muy bien considerado porque brinda seguridad jurídica y se respeta el Código de Ordenamiento Urbano (COU) sin admitir excepciones.
Asimismo, comenta que, en la semana, llegan a su despacho gran cantidad de desarrolladores e inversionistas a los que se les indica cuáles son los intereses del partido y como se busca preservarlo. En este sentido, promocionan las comunidades que se están reformulando - Beccar, Boulogne y Villa Adelina-. “Son lugares muy interesantes para la instalación de oficinas de negocios, o de empresas que no tengan impacto ambiental. Nos interesa crecer, pero sobre todo que ese crecimiento no perjudique a los vecinos de alrededor”, dice.
Por otra parte, el desafío de la gestión actual es encontrar el equilibrio adecuado para no perjudicar a los habitantes que día a día fueron construyendo y sosteniendo el avance municipal. “Es todo un tema”, reflexiona Posse, “porque si uno relaciona el costo inmobiliario con la tasa, en un punto se puede hacer incómoda o impagable para muchos vecinos. Hay que hacerlo con los pies sobre la tierra. Porque viajo, me relaciono y nos conocen pero siempre el lugar de uno es acá, muy cerca de la base, no pierdo esa referencia”.
Gustavo Posse, el intendente comunal que participa en los viajes presidenciales por el mundo y uno de los principales referentes políticos a nivel nacional, se manifiesta convencido de la necesidad de la reforma del estado y su intención de seguir bregando por ella. “Si a veces tengo algún fastidio es el de perder tiempo por falta de autonomía”, no obstante, agrega que se siente feliz siendo el intendente de San Isidro, que está poniendo todo su esfuerzo y que confía en que los vecinos le den una nueva oportunidad el año próximo para seguir haciendo cosas para el partido.
En medio de este panorama, Posse considera que su papel es el de “articulador”, que además de proveer de servicios - su trabajo específico –, debe gestionar frente a otras jurisdicciones del Estado, ya sea nacional o provincial, con otros organismos descentralizados, y sobre todo, con el amplio espectro de las entidades intermedias.
Sin embargo, señala que en el caso particular de San Isidro, inscripto como miembro de la red de Mercociudades, o de la red Urb-Al de la Unión Europea, su función es “facilitar la relación del que estudia, del que invierte, posibilitar al empresario o al comerciante local, la relación con otras ciudades”.
Para el intendente, un municipio “con el frente interno unido en lo funcional” y la simplificación de los vínculos con el resto del mundo, le posibilita alcanzar una inserción plena en las regiones de mayor desarrollo social, económico y cultural.
Hacia su interior, San Isidro es receptivo de un flujo importante de turistas extranjeros que llegan desde la Ciudad de Buenos Aires y movilizan la actividad comercial con un aporte importante de divisas. Pero, hacia el mundo, al distrito se lo conoce como “un lugar para hacer buenos negocios de revalorización inmobiliaria”. En este aspecto, Posse señala que el municipio está muy bien considerado porque brinda seguridad jurídica y se respeta el Código de Ordenamiento Urbano (COU) sin admitir excepciones.
Asimismo, comenta que, en la semana, llegan a su despacho gran cantidad de desarrolladores e inversionistas a los que se les indica cuáles son los intereses del partido y como se busca preservarlo. En este sentido, promocionan las comunidades que se están reformulando - Beccar, Boulogne y Villa Adelina-. “Son lugares muy interesantes para la instalación de oficinas de negocios, o de empresas que no tengan impacto ambiental. Nos interesa crecer, pero sobre todo que ese crecimiento no perjudique a los vecinos de alrededor”, dice.
Por otra parte, el desafío de la gestión actual es encontrar el equilibrio adecuado para no perjudicar a los habitantes que día a día fueron construyendo y sosteniendo el avance municipal. “Es todo un tema”, reflexiona Posse, “porque si uno relaciona el costo inmobiliario con la tasa, en un punto se puede hacer incómoda o impagable para muchos vecinos. Hay que hacerlo con los pies sobre la tierra. Porque viajo, me relaciono y nos conocen pero siempre el lugar de uno es acá, muy cerca de la base, no pierdo esa referencia”.
Gustavo Posse, el intendente comunal que participa en los viajes presidenciales por el mundo y uno de los principales referentes políticos a nivel nacional, se manifiesta convencido de la necesidad de la reforma del estado y su intención de seguir bregando por ella. “Si a veces tengo algún fastidio es el de perder tiempo por falta de autonomía”, no obstante, agrega que se siente feliz siendo el intendente de San Isidro, que está poniendo todo su esfuerzo y que confía en que los vecinos le den una nueva oportunidad el año próximo para seguir haciendo cosas para el partido.
