27/4/08

UBIETO (post Mortem) y Mñor CASARETTO SON DISTINGUIDOS CON LOS PREMIOS KONEX 2008



Los Premios Konex 2008 ya eligieron las 100 mejores figuras y entidades de la última década de las instituciones, comunidad y empresas argentinas, entre estas se destacan dos personalidades de la zona norte: Ricardo Ubieto y Monseñor Jorge Casaretto.

El primero de ellos, obtendrá el galardón de modo Post Mortem (falleció el 16 de noviembre de 2006) en el rubro Administradores Públicos. Compartirá la distinción con Alberto Abad (ex director de AFIP), Hermes Binner (Gobernador de Santa Fe), Eduardo Charreau (Presidente del Conicet), Omar Perotti (Intendente de Rafela), Martín Sabbatella (Intendente de Morón), Ricardo José Ubieto (post mortem) (fue intendente de Tigre la primera vez en 1979 - como interventor en el gobierno militar - y desde 1987 hasta su muerte).

En el caso de Monseñor Jorge Casaretto, obispo de San Isidro, compartirá la distinción en el rubro Dirigentes Comunitarios con el Rabino Sergio Bergman, Alan Clutterbuck (Red de Acción política), Toty Flores (MTD La Matanza) y el Instituto del Diálogo Interreligioso.

Imagen de Ricardo Ubieto en la inauguración del Museo de Arte de Tigre, última aparición pública del intendente.

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20/4/08

RECONQUISTAR EL RÍO

Nota Publicada en Suplemento Norte de Diario La Nación, Sábado 19 de Abril de 2008.

Espacio Agua, una iniciativa de ONGs e instituciones dedicadas a la investigación, crea conciencia entre los vecinos sobre el estado de los cursos de los ríos.

Los vecinos de los municipios de la zona norte están rodeados por ríos, pero el deterioro que ha sufrido el agua de estos por la contaminación constante que reciben de desechos industriales así como de particulares, provocó que los mismos vecinos se alejaran de las orillas.

Por eso, una iniciativa mancomunada entre distintos actores sociales intenta volver a darle su lugar al líquido vital: se trata del programa Espacio Agua que se lanzó recientemente en el Puerto de Frutos del Municipio de Tigre.

Espacio Agua comenzó a gestarse en el 2005 a partir de una convocatoria de Fundación Avina que impulsa el desarrollo sostenible mediante alianzas concretas entre empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales. Desde entonces, organizaciones civiles como ASIS (Asoc. San Isidro Sustentable), Fundación Metropolitana y Ecoclubes, junto a instituciones dedicadas a la investigación y la educación como el Instituto de Análisis de Recursos Naturales que depende de la Universidad Atlántida Argentina, Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo para América Latina, y la Universidad General Sarmiento entre otros, pautaron distintos momentos para la implementación del programa.

La primera campaña que emprenden se denomina “Del Río no me Río” y tiene un objetivo muy claro “Reconquistar el Reconquista”. Así lo afirma Juan Martín “Tino” Lutteral de ASIS, al referirse a la intención de sanear al Río Reconquista. También señala que a partir de “una comunicación de alto impacto queremos mostrar lo que a veces no se quiere o no se puede ver. Pero lo vamos a mostrar desde el agua, no desde la orilla”.

Teniendo en cuenta que la cuenca del Reconquista cubre 1.670 kilómetros, atraviesa 18 municipios bonaerenses y que los principales focos de contaminación provienen de la actividad industrial de las 12.000 empresas que alberga, así como por los vertidos cloacales de viviendas y desechos de camiones atmosféricos, la tarea no se presenta sencilla.

Entre todas las organizaciones que forman la red, Lutteral destaca que parten del mismo punto en común “considerar el acceso al agua como un derecho humano y el abordaje integral de la gestión de recursos hídricos”.

Asimismo, los participantes del proyecto se manifiestan aún más entusiasmados, ya que lograron el compromiso y el apoyo del sector público local para concretar el saneamiento efectivo de las aguas.

“Estamos todos decididos a trabajar para el saneamiento y la solución de una vez por todas en la cuenca del Reconquista. La idea es trabajar de modo articulado tanto municipio, organizaciones e incluso también la Provincia se manifestó interesada en participar”, describe Leticia Villalba, directora de Gestión Ambiental del Municipio de Tigre.

Para esto, la campaña se dividirá en dos momentos: uno vivencial y otro virtual. El primero, se realizará con un barco insignia de la campaña, que intentará navegar las aguas negras del Río Reconquista. Siendo un río no navegable justamente por la sedimentación y desechos acumulados, el desafío será aún mayor. Allí, podrán subirse vecinos, representantes de ONGs, alumnos de los colegios. La embarcación formará parte de la red mundial de barcos que trabajan para proteger el recurso Agua y que navega los ríos más contaminados del planeta. Además, se elaborarán piezas audiovisuales que se podrán ver en el WEB Site del programa.

Y allí se inicia el segundo momento de la campaña, el plano virtual: en
http://www.espacioagua.org.ar/ se mostrará ese material así como aquellos vecinos de la cuenca que quieran subir sus propias grabaciones tendrán posibilidad de hacerlo. De acuerdo a lo señalado por Lutteral, “la idea es repetir este fenómeno interactivo de videos caseros subidos a Internet”.

Por último, el objetivo central de Espacio Agua, es colaborar en las metas fijadas por la Organización de Naciones Unidas que espera para el año 2015:
_“reducir a la mitad el porcentaje de habitantes del planeta que carezcan de acceso al agua potable o que no puedan costearlo”.
_“poner fin a la explotación insostenible de los recursos hídricos formulando estrategias de ordenación de esos recursos en los planos regional, nacional y local, que promuevan un acceso equitativo y un abastecimiento adecuado”.

6/4/08

LOS FESTEJOS DE UN CLUB

Nota publicada en Suplemento Norte de Diario L Nación, Sábado 5 de abril de 2008.
El San Fernando cumplió 85 años; metas y logros de una entidad emblemática.
Más de 70 hectáreas - entre el territorio de la isla, el continente más un lago artificial - lo convierten, tal vez, en el club más extenso de Sudamérica.

En sus 85 años de historia, ya se ha perdido la cuenta de la inmensa cantidad de deportistas que preparó y aporta aún para las competencias olímpicas. Incluso el año pasado se realizó un homenaje especial a todas esas glorias donde participaron también miembros del Comité Olímpico Nacional.

Sus socios entrenan en las canchas y gimnasios de lunes a lunes, y cuenta con 14 deportes federados, más muchos otros que no revisten esa categoría. Además de las actividades culturales como danza, coro y teatro entre otras.
Todas estos méritos ubican al Club San Fernando como uno de los más importantes del país. Sin embargo, nada de ello es suficiente para conocer y comprender la dimensión que realmente ha alcanzado esta institución que se transformó en la identidad de toda una región.

Porque al Club San Fernando se lo conoce en el orgullo de sus socios cuando visten la camiseta blanca con franjas azul y verde y se presentan en las ligas nacionales, o en competencias internacionales.

Cuando mencionan los nombres de las “Leonas” que crecieron en las canchas del Club como Vanina Onetto, María Paz Ferrari y Jorgelina Rimoldi y que lograron el primer título en Holanda para un seleccionado Femenino de Hockey sobre Césped en 2001.

O cuando se habla con familiaridad del “El Pollo”, que es nada menos que Santiago Fernández, el remero que ha representado con su hermano Sebastián, al país en distintas categorías marcando incluso records olímpicos. Porque allí lo han visto, desde temprano, contra viento y marea – aplicada esta expresión de modo literal –entrenando sus fuerzas y espíritu con decenas de otros remeros y canotistas del Club.

Sólo así se puede entrar al Club San Fernando, sabiendo que uno ingresa a una gran familia. Donde padres e hijos madrugan cada sábado para cumplir con el horario de la escuelita de rugby o básquet, entre otras.

Conocer al “Sanfer”, como se lo llama en los barrios de la zona norte, es saber que cuando baja la marea, todos encaran la limpieza de la zona ribereña más que como un desastre, como un ritual obligado que les recuerda a todos de donde surgieron.

Porque “nosotros nacimos del barro”, dice Osvaldo Rapagná, su presidente. “El Club era un pajonal. De ese barro se hizo esto. Y esa mentalidad del club, de estar siempre contra la adversidad, persiste”, afirma.

Conmovido. Los 85 años de su Club lo emocionan hasta entrecortarle la voz y humedecerle los ojos. Ni se acuerda cuando llegó por primera vez, en realidad, dice que está allí desde que nació. Así como sus hijos y ahora su nieta, a la que anotó como socia al otro día de nacer. Rapagná dice que el Club es su segunda casa, aunque también acepta el regaño de su esposa que le dice que él, en verdad, lo puso en primer lugar.

Rapagná tiene 56 años y hace 5 preside la entidad. No disimula su orgullo al decir que en 6 meses se anotaron 1000 nuevos socios y, que después de haber pasado la “vergüenza” de haber visto al Club concursado, hoy se pudo recuperar la vida que una mala administración le había quitado: “Es que trataban al socio como cliente. Y este es un lugar de familias”.

Así lo sienten incluso sus empleados que como Alberto Boette se niega a abandonar esos espacios. Había ingresado como vigilador el 1ro de Agosto de 1967, y cuando le tocó el turno de jubilarse en Septiembre de 1993, pidió permiso para seguir yendo. Y hoy a sus 82 años ahí está Alberto saludando a uno y otro, asegurando que está desde temprano en el Club porque es el lugar donde quiere morir.

Y no sería el primero: “En la cancha de rugby tenemos esparcidas 7 cenizas, y en el faro, yo sé de al menos 20”, relata Rapagná de un modo llano la conexión que los socios establecen con esa enorme extensión de tierra y agua que conforma la institución pero que principalmente ha conformado una generación tras otra, dejando un legado de compañerismo y solidaridad más allá del deporte.