Desde su cargo como titular de la Dirección General de Educación de San Isidro, la profesora María de los Ángeles Broggi, explica cómo desarrollan cada día sus tareas cerca de medio millar de docentes que dependen directamente del ámbito municipal.
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Siempre con su trato cordial, María de los Ángeles Broggi, conocida como Beba en todo el distrito, acepta dialogar sobre uno de los pilares fundamentales para la gestión implementada por el intendente municipal Dr. Gustavo Posse: la educación.
Si bien, este ámbito depende directamente de la Provincia de Buenos Aires a través de la Dirección General de Cultura y Educación, el municipio optó, desde hace varios años, cumplir con una función de complementariedad.
Así es como hay cerca de 20.000 alumnos que se benefician con los talleres extraprogramáticos en las escuelas públicas y algunas privadas. Por otra parte, están en todas las localidades, los jardines de infantes municipales que ya contabilizan un total de 12. Además, dentro del Barrio de emergencia “La Cava” funciona una escuela para que las mamás puedan terminar sus estudios primarios. Está la Escuela de Rehabilitación Integral de Perturbaciones del Lenguaje y la Audición (ERIPLA), la Escuela Malvinas Argentinas y el Instituto de Formación Superior. En este último, los alumnos pueden elegir entre cursar 8 carreras cortas y con rápida salida laboral como diseño de indumentaria, instrumentación quirúrgica, mantenimiento industrial o comercio exterior.
- ¿Cómo se articula el trabajo entre las distintas partes involucradas en el proceso educativo?
Trabajamos todos en conjunto. Hay formada una comisión con un representante del Consejo Escolar, el jefe de inspectores y alguien de esta dirección. Nos reunimos cada 15 días o una vez por mes y allí, generalmente, se trata lo más urgente: paredes con electricidad, arreglos en escuelas añejas, revoques… Pero, también estuvimos analizando la nueva ley de educación. Allí, se llamó a todos los sectores institucionales que podrían estar involucrados como ONG, gremios, inspectores, gente del municipio y del consejo escolar. Realmente fue un gran trabajo. Pero, se tienen que conjugar muchas variables.
- De acuerdo a su criterio, ¿cuáles serían los cambios más adecuados en la ley?
Personalmente creo que retomar el primario de 7 años y el secundario de 5, o bien, plantear 6 y 6 años respectivamente puede ser favorable. Sobre todo porque la infraestructura de las escuelas está preparada para esa organización. Además, dentro del proyecto incorporarían materias que se habían olvidado completamente de poner como matemáticas por ejemplo. Nos reconocían en el mundo por nuestra cultura general, tenemos que recuperar eso.
Beba Broggi fue profesora de contabilidad desde 1960. Comenzó enseñando en la Escuela Técnica Nro 3 de San Fernando y ejerció la docencia en distintos establecimientos educativos hasta 1994. Por eso, se lamenta cuando comenta que hoy los profesores no pueden impartir disciplina en las aulas porque no encuentran el acompañamiento de los padres. “También en la nueva ley se vuelve a hablar de la figura del tutor, que en mi época existía. De hecho, fui tutora elegida por los alumnos cuando ejercía, y mi función era orientar a los chicos, comunicarme con los padres. Hoy apenas los chicos encuentran a sus papás”, dice.
- ¿Se dan en las escuelas del municipio casos de violencia escolar?
Eso está bravo, pero no de ahora. Ya viene de hace unos años. Pero, no pasa solo en los colegios marginales, sino en privados. Y digo más, no solo ocurre en Capital o Gran Buenos Aires, la violencia se da en todos lados. La gente vive agresiva. Hay que enseñarle al chico. El colegio se lo daba cuando el papá hacía respetar al maestro. Pero, si te descuidas, ahora no respetan al maestro. Algunos colegas me han contado que los alumnos le discuten a los profesores diciendo que “gracias a que los padres pagan vos estás dándole clases”. Qué educación podes dar si no educan antes al niño en la casa.
- ¿Cómo espera que en el mediano plazo se implementen las reformas educativas?
Desde que empecé como docente en 1960, siempre que se implementaron planes, nunca llegaron a su final. Espero que esta vez se aplique completo. Porque además, el plan anterior no funcionó. Si tus alumnos salen sin saber decir qué aprendieron, en general, es porque no les sirvió. Creo que un sistema parecido al de antes puede servir, porque no había tantos fracasos en el ingreso a la universidad. Por eso, también digo que más allá de nuevos planes y nuevas leyes, es necesario que los chicos vuelvan a retomar el hábito del estudio, tienen que sentarse a estudiar.
