Publicado en el Suplemento Norte, Diario La Nación. Sábado 1ero de Septiembre, 2007
(La foto no acompaña la nota publicada en el diario, es ilustrativa en este blog.)
Chamatrópulos viste siempre de traje oscuro, acostumbra caminar las calles del centro comercial de San Isidro saludando a todos sus vecinos con amplia afabilidad. Durante 8 años ocupó un lugar privilegiado en la gestión del actual intendente local Gustavo Posse como titular a cargo de la Oficina Municipal de Información al Consumidor y luego, también en el gabinete oficial como Secretario de Producción. Sin embargo, este hombre de contextura pequeña y de energía inacabable, busca enfrentarse a un nuevo desafío con el fin último de cumplir su ideal político: En los hechos, organiza un frente opositor para disputarle la intendencia al jefe comunal.
La decisión de apartarse de la administración la tomó a principios de julio pasado porque, según argumentó en su carta de renuncia, intuía una "paulatina desactivación del área" a su cargo. No obstante, la misiva, también objetaba la decisión política de Posse de "aliarse con el partido Frente para la Victoria" a nivel nacional.
- ¿Por qué decidió presentarse como candidato a intendente?
- Básicamente, por una decisión de principios. Estando en la gestión pública volqué todo lo que tiene que ver con mis principios de la actividad política y pública. Pero, cuando observé que firmaba resoluciones con denuncias interpuestas un año atrás, ahí dije este límite no lo paso. Por supuesto que pedí que me aseguraran las condiciones para seguir trabajando con eficiencia pero, no me las dieron. Sé que las peleas se dan desde adentro, pero tampoco sirve quedarse a cualquier precio porque, es la mejor justificación para bancarse la que venga. Por eso, si no logro traducir esta experiencia como positiva a futuro, me da la sensación que el saldo personal puede ser generoso, pero el saldo social es a perdida, porque va a quedar como anécdota. Y, si la única forma de cambiar esta situación es participando activamente y, si esto es, en este momento, ser intendente de San Isidro, me parece que vale la pena el esfuerzo.
- ¿Cómo califica al electorado sanisidrense?
- Mi sensación es que el electorado es muy dinámico, en un punto asimilable al de la Capital Federal. Tiene una gran diversidad social y cultural. Me parece que es un electorado que piensa agudamente, que cuando tuvo que cortar la boleta se animo a cortar, que cuando tuvo que alejarse de la media nacional, se alejó. Es un electorado con mucha capacidad analítica. Está preocupado por el funcionamiento de las instituciones a nivel nacional, y que traducido a nivel local, sería razonable pensar en una renovación. Y en esa renovación, creo que la apuesta nuestra es a la síntesis. Porque yo no soy un opositor acérrimo: no es que San Isidro funcione mal, no hubiese estado 8 años en la administración. Creo que fui parte de una administración exitosa y fui la parte más exitosa de una administración exitosa. La diferencia es que nunca cerré con lo que andaba mal. Y que entonces la garantía es de mejoramiento. Para mí, la duda es la clase política opositora de San Isidro si tiene ganas de gobernar o no.
- ¿Usted piensa que la oposición ha sido funcional al gobierno?
- Sí. A veces, por ineptitudes propias, a veces por falta de compromiso. Creo que no ha habido vocación de poder. No ha habido nadie que crea que se le puede ganar a Posse. La verdad es que tienen que definir esto.
- ¿Quiénes lo acompañan en esta construcción?
- La verdad es que hoy los vecinos de San Isidro. Los que me vieron laburar en la OMIC y los que tienen ganas que este proceso no quede en resignación. Ahora, desde la estructura política, estamos charlando con todos los sectores. ¿Por qué? Porque la apuesta es a ganar.
(La foto no acompaña la nota publicada en el diario, es ilustrativa en este blog.)
Pablo Chamatrópulos atendió los requerimientos de consumidores; quiere darle eficiencia a la función pública.
Así como en la Antigua Grecia el hombre virtuoso era, por definición, un "animal político", es decir, aquel que tenía una participación activa en la ciudad, en la Polis; así, Pablo Chamatrópulos intenta recuperar para sí esa concepción primera y afirma que él "sin duda" es un hombre interesado por la cosa pública. Aunque, acepta que ese ideal socialmente se ha desvirtuado, desde su acción cotidiana intenta reivindicar "la política pensada como herramienta para el bien común".Chamatrópulos viste siempre de traje oscuro, acostumbra caminar las calles del centro comercial de San Isidro saludando a todos sus vecinos con amplia afabilidad. Durante 8 años ocupó un lugar privilegiado en la gestión del actual intendente local Gustavo Posse como titular a cargo de la Oficina Municipal de Información al Consumidor y luego, también en el gabinete oficial como Secretario de Producción. Sin embargo, este hombre de contextura pequeña y de energía inacabable, busca enfrentarse a un nuevo desafío con el fin último de cumplir su ideal político: En los hechos, organiza un frente opositor para disputarle la intendencia al jefe comunal.
La decisión de apartarse de la administración la tomó a principios de julio pasado porque, según argumentó en su carta de renuncia, intuía una "paulatina desactivación del área" a su cargo. No obstante, la misiva, también objetaba la decisión política de Posse de "aliarse con el partido Frente para la Victoria" a nivel nacional.
- ¿Por qué decidió presentarse como candidato a intendente?
- Básicamente, por una decisión de principios. Estando en la gestión pública volqué todo lo que tiene que ver con mis principios de la actividad política y pública. Pero, cuando observé que firmaba resoluciones con denuncias interpuestas un año atrás, ahí dije este límite no lo paso. Por supuesto que pedí que me aseguraran las condiciones para seguir trabajando con eficiencia pero, no me las dieron. Sé que las peleas se dan desde adentro, pero tampoco sirve quedarse a cualquier precio porque, es la mejor justificación para bancarse la que venga. Por eso, si no logro traducir esta experiencia como positiva a futuro, me da la sensación que el saldo personal puede ser generoso, pero el saldo social es a perdida, porque va a quedar como anécdota. Y, si la única forma de cambiar esta situación es participando activamente y, si esto es, en este momento, ser intendente de San Isidro, me parece que vale la pena el esfuerzo.
- ¿Cómo califica al electorado sanisidrense?
- Mi sensación es que el electorado es muy dinámico, en un punto asimilable al de la Capital Federal. Tiene una gran diversidad social y cultural. Me parece que es un electorado que piensa agudamente, que cuando tuvo que cortar la boleta se animo a cortar, que cuando tuvo que alejarse de la media nacional, se alejó. Es un electorado con mucha capacidad analítica. Está preocupado por el funcionamiento de las instituciones a nivel nacional, y que traducido a nivel local, sería razonable pensar en una renovación. Y en esa renovación, creo que la apuesta nuestra es a la síntesis. Porque yo no soy un opositor acérrimo: no es que San Isidro funcione mal, no hubiese estado 8 años en la administración. Creo que fui parte de una administración exitosa y fui la parte más exitosa de una administración exitosa. La diferencia es que nunca cerré con lo que andaba mal. Y que entonces la garantía es de mejoramiento. Para mí, la duda es la clase política opositora de San Isidro si tiene ganas de gobernar o no.
- ¿Usted piensa que la oposición ha sido funcional al gobierno?
- Sí. A veces, por ineptitudes propias, a veces por falta de compromiso. Creo que no ha habido vocación de poder. No ha habido nadie que crea que se le puede ganar a Posse. La verdad es que tienen que definir esto.
- ¿Quiénes lo acompañan en esta construcción?
- La verdad es que hoy los vecinos de San Isidro. Los que me vieron laburar en la OMIC y los que tienen ganas que este proceso no quede en resignación. Ahora, desde la estructura política, estamos charlando con todos los sectores. ¿Por qué? Porque la apuesta es a ganar.