Publicado en Suplemento Norte, Diario La Nación. Sábado 20 de Octubre, 2007.(La foto no acompaña la nota publicada en el diario, es ilustrativa en este blog.)
Asegura que se presenta como candidato para favorecer la integración social y luchar para conseguir una policía comunal; afirma que "uno tiene que estar para el cargo si está convencido de ello".
Caminar una cuadra junto a Gustavo Posse, puede transformarse en una odisea que demore varios minutos más de lo supuesto. Cuando el intendente de San Isidro se asoma a la vereda del Palacio Comunal, las miradas de inmediato se fijan en él y, con cordialidad lo saludan los paseantes, o algún vecino le acerca una carta, o simplemente se detiene para poner en el canasto de basura una botella de cerveza que estaba tirada en la calle.
Posse cumple en diciembre próximo ocho años como jefe comunal. En ese tiempo tuvo que atravesar dos crisis que signaron su gestión, e incluso fueron determinantes en el momento de volver a posicionarse frente al electorado.
Por un lado, debió contener la crisis económica e institucional del 2001/2002 que afectó a toda la nación. Por otro, se encolumnó junto a los vecinos por la demanda de seguridad respecto a la ola de secuestros extorsivos, que tuvo su punto emblemático con la muerte de Axel Blumberg, vecino de Martínez.
Con el aporte de programas nacionales en la construcción de viviendas, erradicación de villas y las mejoras urbanísticas, Posse encontró en el presidente Néstor Kirchner su mejor aliado para superar la etapa de crisis y empezar a trabajar a favor de la integración social. Por esto, en una carta repartida a los vecinos en las últimas horas, reconoce que “por primera vez en 20 años” el municipio no es discriminado y ha logrado “participación plena” en este tipo de planes.
En tanto, respecto a la segunda demanda, Posse señala que sus máximos esfuerzos apuntan a conseguir, por parte de la Provincia, la creación de la tercera jurisdicción en materia de seguridad: “La Policía de Condado, es decir, que reúna a 2 o 3 municipios afines, en un mismo corredor para mejorar las condiciones respecto del patrullaje, infracciones y delitos menores. Es el desafío que viene, que se comprenda que son los municipios los que pueden revertir la situación. Hay que autorizarlos y descentralizar facultades y fondos”.
-¿Este cambio, lo considera factible en el corto plazo?
- Yo no arrío esa bandera nunca. Pero, obviamente creo en las instituciones. Esto no va a ser porque un intendente de un golpe de estado. El 80% de la preocupación de los vecinos es el tema de la falta de seguridad, la hayan padecido o no. San Isidro tiene una muy buena estadística en materia de calidad de vida, el problema es poder disfrutarlo en familia, en paz.
- ¿Porqué el vecino tiene que volver a elegirlo?
- San Isidro no es un lugar fácil. La gente es muy agradecida pero es muy exigente también. Acá uno tiene que estar para el cargo si está convencido que es esto lo que quiere. Por eso, yo pongo todo de mí y reúno un equipo plural, donde hay mucha gente independiente, del tercer sector, tengo mucho diálogo con los vecinos, mucho trabajo con las entidades. Y, la verdad, es que estoy tan emocionado con lo que pueda completar en materia de obra en el siguiente período como si fuera la primera vez. Obviamente estoy más experimentado.
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QUIÉN ES:
Gustavo Posse nació en San Isidro el 27 de Julio de 1962.
Sus estudios primarios los cursó en el Colegio San Isidro Labrador, a cuatro cuadras de su casa materna en Beccar. El secundario lo siguió en el Colegio Nacional de San Isidro y, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires.
Está casado con María Fernanda Nuevo y tiene dos hijos.
Desde 1999, es elegido como intendente de su distrito: el mismo cargo que había ocupado su padre Melchor por primera vez en 1958 cuando tenía 25 años, y luego, reelegido con la vuelta de la democracia.
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El Otro Perfil:
Como hombre político, Gustavo – porque así simplemente lo llaman los vecinos –, asegura que está “para mejorar las cosas”. Pero advierte también que “la política va a seguir sin uno: Por eso, trabajo e intento hacer las cosas bien. Puedo errarle como todo ser humano, pero siempre fue pensando en el bien común”.
Personajes de la Historia:
“Me referencio en Arturo Frondizi. Lo conocí cuando ya era bastante mayor y yo muy chico. Mi mamá lo visitó muchas veces. Cuando volvió de su detención en la isla Martín García, él vivió en San Isidro en un chalet californiano donde hoy está el restaurante Kansas. Después lo vi en su departamento, muy humilde, frente al Hospital Alemán. Creo que la Argentina no es un país bananero gracias a la existencia de Frondizi. Hoy una buena parte de lo que existe, tiene que ver con él”.
Libro:
“Leo mucho las novelas de interpretación histórica. Ahora estoy con el libro Noticias del Paraguay (de Lily Tuck) sobre la época de la guerra de la Triple Alianza, visto desde una amiga que recibe la correspondencia de la mujer de Francisco Solano López, el dictador paraguayo. Y también estoy leyendo un thriller: El psicoanalista (de John Katzenbach). Alterno, y me adelanto y vuelvo en la lectura”.
Deportes:
“Corro. Incluso llevo ropa deportiva en el auto, para aprovechar si el día está lindo y tengo un par de horas de descanso. Y también, lo que se conoce del automovilismo, que también corro… pero eso cuando hay más tiempo”.
Un sueño:
“Ser el instrumento del cambio en la Argentina”.
